
Pareciera que las historias para Vélez no tienen caminos fáciles de transitar, ni ribetes simplistas. Nada de eso. Todo lo que cuesta comúnmente para cualquier ser humano, al Fortín súmele un poco más de peso a la cuenta. Es así, no tenga dudas. Porque si bien se florea en cada porción del campo de juego o en cada encuentro en donde sale a proponer juego y le proponen (esto último no siempre pasa); pareciera que no alcanza para relajarse y disfrutar lo conseguido. La lucha te obliga a más y este Vélez parece estar a la altura de la demanda.
Porque deslumbró en Liniers con un primer tiempo para miles de VHS o DVDS en la actualidad, para ser repartidos en las escuelas de fútbol, donde los infantes aprendan el real significado de ir al frente, de buscar el partido. Porque este Vélez no renuncia en lo más mínimo al sueño de ser campeón una vez más, y ahora en este Torneo Apertura. Porque tiene argumentos sólidos para serlo, porque es contundente aún sin golear. Porque justamente a veces no necesita marcar la diferencia en el resultado para reflejar supremacía sobre sus rivales; lo hace en el campo de juego, en el toqueteo, en el ir constantemente a cachetearte y dejarte con los ojos dando vueltas. Este Vélez está encendido y tiene un solo objetivo: La Gloria.
Poco importa lo que pueda o ha hecho Estudiantes, Vélez supo reponerse a cada una de las adversidades con las que tuvo que afrontar. Principalmente, a la mochila siempre pesada de jugar con el resultado puesto de su rival de recta final; casi como un capricho de quien arma los horarios y días fin de semana tras fin de semana. Qué importa, acá está Vélez para demostrar que no hacen falta suspicacias. Vélez cumple su tarea y cuidate Pincha.
Porque tiene a la dupla delantera que se vuelven cada vez más solidarios y hasta caprichosos en el hecho de llegar juntos a llevarse la bota de oro a los pichichis del Apertura. Porque Silva saca un derechazo seco que va destino a red y el Burrito tiempo más tarde, se las ingenia para robarle la pelota a Galmarini y no solo que le comenten penal, sino que expulsan al rival, va agarra la pelota (tras convencerlo al Tanque) y lo cambia por gol, el suyo, el que pone las cosas en orden en esta disputa por el cetro al romperedes. Obviamente, favorazo para el Fortín. En esa pulseada a la cual los dos parecen hacer fuerza pareja o no hacerla para no mostrar vencedores ni vencidos, declaran un empate técnico de goles, reservándose quizás el privilegio de ser quien marque el gol de la coronación.
Porque Vélez va camino a eso. A coronarse. Será con el título de Apertura o no. Pero sin dudas que este equipo de Gareca marcó una identidad de juego ofensiva única y necesaria para la grandeza de la institución. Porque usted tiene y debe darle el crédito al entrenador de armar y consolidar un grupo que sigue peleando y peleando pasados dos años y con una coronación en el medio. Porque Gareca le da confianza a los Bella y a los Díaz para reemplazar nada más ni nada menos que a los Papa o a los Cubero; y estos jugadores entran y cumplen. NO sienta vergüenza en decirlo, celebre con Gareca.
Porque Vélez tiene valores muy altos en cada una de sus líneas. No se puede dejar afuera a nadie. Créalo. Del uno al once o del uno al veintitrés, como se enumera Vélez. Todos ponen todos juegan, todos lucha y todos sueñan.
Como soñás vos, como soñamos todos. Por eso no faltes. Vélez no falta ni te deja a gamba. La lucha por el campeonato no termina y Vélez no se da por vencido ni aún vencido. Por más que intenten alimentar el ego de un equipo que se cae a pedazos diciendo que tiene el título a un paso cuando saca un poco de diferencia con partido de más. Vélez se alimenta justamente de eso y quiere ir por el gran banquete del Apertura.
Tres finales nomás. Tres pasos hacia la gloria. Todo es posible con este Vélez. Eso nos enseñaron hace exactamente 16 años. Todo es posible.
Carlos Alberto Martino
cmartino@velezsarfield.com.ar
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